Fabricación del abanico
Fabricación
La fabricación del abanico varía según la época. A principios del siglo XIX se utilizó madera de pino que , tras permanecer en agua unos días, se sacaba y se cortaba con una navaja de afeitar bien afilada, trabajándose después en partes más pequeñas. Así se obtienen las varillas, las cuales llevarían un país de papel , decorado con grabados. Actualmente este proceso es bastante más complejo puesto que , como hemos visto, se fabrican con materiales de muy distinta calidad, llevando cada tipo un proceso diferente de acabado. Tras elaborar las varillas, éstas pasan a un taller manufacturero, a cuyo cargo tiene artesanos encargados del montaje del abanico. Sus funciones son varias y diferentes según su especialidad. Cuando cada artesano ha realizado su función en el abanico, lo devuelve al taller, a su vez encargado de pasarlo a otro artesano. Esto hace que todos los abanicos entren y salgan de la fábrica tantas veces como operaciones lleva el modelo, en término medio, unas siete u ocho veces. Una vez terminado el abanico, éste pasará del taller al comerciante, que será el encargado de venderlo al público.
Fabricación de varillas
El proceso de fabricación del varillajes, bien puede ser: primeramente, se sierran los troncos en tablas en forma de pirámide invertida, de unos 2 cm de ancho y 19, 24 o más centímetros de largo (según el modelo de abanico). Con las tabillas se confeccionaran paquetes formados por 24, 32, 36, 40 o 44 unidades. A ellos se le añaden dos tablillas de la misma longitud y anchura, pero un poco más gruesas ya que serán las varillas cabeceras o cabezas. Al paquete se le hará un agujero a uno o dos centímetros de la parte baja y más estrecha (boleta) por donde se introducirá un alambre que unirá el conjunto de tablillas. A continuación, se lleva a la máquina, llamada sacar molde, de donde saldrán el conjunto de varillas . Una vez hecho esto se pasa a la prensa de recortar dándole el perfilado final, Por último se procede a rebajar la parte superior de las varillas. Sin esta operación no sería posible telar los abanicos. Las varillas se pueden pintar, barnizar o conservar el color natural. Las varillas se miden en pulgadas.
Calado de las varillas
Es el proceso más delicado dentro del montado del abanico. Una vez que el calador recibe las varillas, quita el clavet haciendo 32 montones de 18 varillas cada una. Los montones se atan con cuidado para que no se muevan mientras se calan. Una vez perforados se separan los montones y se vuelven a montar las varillas. De aquí pasarán a los c1aveteadores encargados de clavar las varillas en su parte baja, sustituyendo el alambre por una roseta.
Plegado y entelado de las varillas
Fundamentalmente , son las mujeres las que realizan este tipo de trabajo. Para el plegado del país se necesitan dos moldes de cartón o cartulina ya plegados. Entre ellos se introduce la tela y se presiona; al retirarla quedan marcados los pliegues, tantos como varillas tiene el abanico. Una vez realizado esto, se procede al entelado , pegando cada pliegue en su guía con cola de carpintero y recortando la parte superior que sobresale. Hay una serie de países pintados cuya técnica y material empleado es la pintura al gouache, sobre un percal o tejido especialmente fabricado para el abanico. La tela se pinta sin montar. El país suele ser doble, quedando las guías ocultas entre los dos países. Los temas más frecuentes son; los florales, barracas y figuras. Entre los pintores más famosos destacan los hermanos Ramírez, especializados en temas florales.
- Grupo Español de conservación – International Institute of Conservation of historic and artistic Works. Ge-conservación nº 8/ 2015. ISSN: 1989-8568. Alet Restauracion S.L.
- Exposicion de “El Abanico en España” 1920 – Universidad Autónoma de Barcelona.
- Abanicos. La colección del Museo Municipal de Madrid. Exposición celebrada en el Museo Municipal de diciembre de 1995 a febrero de 1996. Ayuntamiento de Madrid, 1995
- Almela Mengot: Los abanicos de Valencia Publicaciones de la escuela de Artes y Oficios Artísticos de Madrid. núm. 13. Madrid, 1943-1944.
- Artículo “Los abanicos de Aldaia” de José Alfonso Pérez González – Universidad Autónoma de Madrid.